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Insight Academy amplía su oferta de formación online

Con motivo de la ampliación de nuestra oferta formativa, hoy entrevistamos a nuestra Senior Trainer/Sales Coach, Silvia Minguzzi.

BY INSIGHT PROFESSIONAL -

Con motivo de la ampliación de nuestra oferta formativa, hoy entrevistamos a nuestra Senior Senior Trainer/Sales Coach, Silvia Minguzzi. Experta en formación de ventas en el sector de la belleza profesional, con Silvia entenderemos por qué la formación profesional constante y continua es importante para todos los profesionales de salones y peluquerías.

¿Por qué es importante hoy en día que una empresa pueda ofrecer también formación online?

Para una empresa, ofrecer formación online significa dar la oportunidad a todos de seguir aprendiendo y creciendo en la profesión. Las ventajas clásicas del mundo online son también ventajas para quienes desean enriquecer sus conocimientos. En efecto, la formación en línea ofrece varias ventajas al alumno. En primer lugar, no requiere desplazamientos físicos, lo que, además de una mayor comodidad, supone un ahorro tanto de tiempo como de dinero. Además, el usuario es libre de elegir el mejor momento para realizar el curso y puede dividir la formación en varios tiempos. Por último, un curso en línea puede repasarse tantas veces como se desee o sea necesario para aprender conceptos más complejos.

Y no sólo eso. Para una empresa, ofrecer formación también en línea tiene la ventaja de poder lanzar cursos que de otro modo no podrían impartirse in situ por diversos motivos. Además, se pueden activar nuevos cursos en cualquier momento del año, sin tener que gestionar la organización física de la formación, como la asistencia, la elección de fecha y lugar, etc.

¿Cómo potencian y mejoran los conocimientos de un profesional del cabello los cursos que impartes en Insight Academy?

En mis cursos enseño esas competencias transversales llamadas "soft skills": habilidades interpersonales y de comportamiento, que determinan gran parte de nuestros resultados en el entorno laboral. Son aplicables a todas las profesiones, pero cada una requiere unas más que otras.

En el mundo del salón, las soft skills son también esa preparación que NO es técnica pero que es crucial para que el cliente vuelva, para que tenga una experiencia emocional de plena satisfacción, además de profesional.

Lo que he observado a lo largo de mi experiencia es que, a menudo, los peluqueros y los propietarios de salones, a nivel racional, saben que cuidar del cliente y hacerle vivir una experiencia emocional positiva es muy importante, pero consideran que su profesionalidad está vinculada principalmente a sus competencias técnico-estilísticas. Es como si olvidaran que un cliente que no se ha sentido a gusto probablemente no volverá al salón, aunque le hayan hecho el último corte a la perfección. En cambio, un cliente que se ha sentido acogido, mimado, tratado como una persona muy especial, es más probable que vuelva, aunque el corte haya sido un 8 y no un 10-plus.
Muchos peluqueros saben estas cosas, pero tienden a no trasladarlas con coherencia y constancia a la vida cotidiana. La formación en soft skills es útil tanto para los veteranos, para recordarles la importancia de practicar estas habilidades, como para los recién llegados, para aprender y crear las bases de una profesión que se basa en la relación con el cliente.
 

Un consejo para los que se inician en el mundo del salón y otro para los veteranos


A los que se inician en el mundo de los salones y de la peluquería, les aconsejaría que recuerden siempre por qué eligieron hacer este trabajo. La peluquería es un trabajo muy agotador y estresante, estás de pie todo el día, siempre en contacto con el cliente (y no siempre tienes que tratar con clientes "fáciles").Es importante recordar por qué uno hace este trabajo para poder superar todas las dificultades diarias que, con el tiempo, pueden desmotivarte. Los peluqueros tienen una función muy importante desde el punto de vista social: ayudan a la gente a sentirse mejor, a gustarse más, a ser un poco más felices... El peluquero es una especie de misionero desde el punto de vista de la estética, de la belleza. Es importante que sean conscientes de ello y que lo recuerden cada día.

Otro consejo es estudiar bien todos los productos del salón, y no sólo los que saben utilizar o proponen mejor. Estudiar bien incluso uno a la semana o 1 cada dos días, para ofrecer al cliente el mejor servicio posible, también en cuanto a asesoramiento.

A los que, por otra parte, son veteranos les aconsejo que nunca olviden lo más básico por dos razones: para seguir perfeccionándose y para enseñárselo a los nuevos reclutas. Como en el mundo de las artes marciales, el viaje del peluquero es un proceso paso a paso y, cuando llegas al final, vuelves a hacer las cosas que hiciste al principio... pero de forma perfecta. Esto va un poco en contra de la tendencia de la peluquería, en la que siempre se busca la novedad. Los veteranos quieren tener presente que, para alcanzar la perfección, nunca hay que olvidar lo básico; al contrario, hay que seguir trabajando también en ello.
Un segundo consejo para los expertos es dar refuerzos positivos a los novatos: el aprecio, los cumplidos y los ánimos son tan importantes como las correcciones.


¿Cómo manejar mejor las situaciones y emociones difíciles?


Todos nos enfrentamos continuamente a situaciones estresantes o difíciles. Hoy en día, la propia situación social es complicada, nos presiona y nos hace perder la lucidez. Por eso es importante saber cómo manejar mejor situaciones complejas, clientes muy exigentes y emociones muy desafiantes.

¿Cómo hacerlo? Respirando más.

Algo tan sencillo, innato y automático como respirar, si se gestiona y se realiza con conciencia, ayuda mucho a gestionar las emociones. Ser conscientes de cómo nos sentimos, de cómo nuestro cuerpo reacciona internamente ante determinadas situaciones externas, es una gran ayuda para gestionarlas.
Para quienes están en contacto con el público, es fundamental cuidarse, preguntarse más a menudo "¿cómo me siento ahora mismo?", tomarse el tiempo necesario para respirar y reactivar el córtex prefrontal. Respirar es como limpiar las gafas con las que vemos el mundo: un gesto sencillo pero muy útil; todos salimos ganando, nosotros y los que nos rodean. Respirar es como afinar un instrumento musical, y si el instrumento no está afinado, no toca bien... aunque empleemos mucha energía en tocarlo.

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